La economía social es clave en la Agenda 2030 y los ODS mediante la promoción de un desarrollo inclusivo y sostenible a través de innovaciones y prácticas sociales, institucionales y tecnológicas concretas. No en vano, la economía social es el paradigma del gran objetivo bajo el que se engloban el resto de objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y que no es otro que renovar el compromiso mundial no sólo para acabar con la pobreza y el hambre, sino también para lograr la protección social universal, reducir las desigualdades y alcanzar la sostenibilidad medioambiental. Se trata de objetivos que requieren cambios fundamentales en la forma en que funcionan nuestras economías.
En la Agenda 2030 se reconoce que es necesario un enfoque holístico y que seguir haciendo todo como hasta ahora no es una opción. Tal y como se refleja en el documento ‘Aplicar la Agenda 2030 a través de la economía social y solidaria’, si queremos hacer realidad la visión transformadora de la Agenda 2030, es crucial examinar estrategias de desarrollo alternativas y modelos económicos emergentes que puedan optimizarse en aras de la sostenibilidad y la inclusión. Dicho documento ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria. Recuerda que la Agenda 2030 señala el papel clave de un sector empresarial y cívico diverso, “desde las microempresas y las cooperativas hasta las multinacionales”, así como “la función de las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones filantrópicas…” (párr. 41). También hace hincapié en la necesidad de lograr el “desarrollo sostenible en sus tres dimensiones ―económica, social y ambiental― de forma equilibrada e integrada” (párr. 2).
El Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria (GTINUESS) cree que estas dos dimensiones de una economía plural y un enfoque equilibrado e integrado son centrales para lo que a menudo se denomina “economía social y solidaria”.
La ESS hace referencia a la producción y el intercambio de bienes y servicios por parte de una amplia gama de organizaciones y empresas que tienen objetivos sociales o medioambientales explícitos. Se guían por principios y prácticas de cooperación, solidaridad, ética y autogestión democrática (GTINUESS 2014). Una de las principales razones del surgimiento de la ESS es que ni los mercados convencionales ni los Estados satisfacen de manera eficaz las necesidades de grandes grupos de personas, tanto en países desarrollados como en desarrollo.
La ESS consiste fundamentalmente en crear una forma de economía que esté centrada en la protección social y la igualdad. Como parte de un movimiento mundial en rápido crecimiento, las organizaciones y empresas de la ESS pretenden reafirmar el control social sobre la economía otorgando prioridad a los objetivos sociales que a la maximización de los beneficios, reconociendo el papel de la acción colectiva y la ciudadanía activa para el empoderamiento tanto económico como político de grupos desfavorecidos o frágiles de la sociedad, y volviendo a introducir nociones de ética, compartición, equidad y democracia en las actividades económicas.
La ESS puede desempeñar un papel clave en la realización de la Agenda 2030 y los ODS mediante la promoción de un desarrollo inclusivo y sostenible a través de innovaciones y prácticas sociales, institucionales y tecnológicas concretas. Los vínculos entre la ESS y los 17 ODS ponen de relieve su potencial como modelo alternativo de desarrollo que puede abordar las bases estructurales sobre las que se asienta el desarrollo excluyente e insostenible.
El énfasis en la ESS puede ser crucial para hacer frente a las limitaciones encontradas durante la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que los ODS y sus metas intentan ahora corregir. Los ODM tendían a centrarse en promedios mundiales y nacionales, lo que aumenta el riesgo de ocultar los déficits en la consecución a nivel subnacional y de desviar la atención en materia de políticas y los recursos de los grupos marginados o excluidos. Asimismo, no llevar al nivel local los objetivos nacionales impidió que los planes de desarrollo reflejaran con precisión las realidades, necesidades y demandas locales y, en consecuencia, imposibilitó el sentido de apropiación local y la rendición de cuentas.
El énfasis en la ESS necesariamente reorienta la atención hacia los territorios locales y estos grupos. Puesto que la mayoría de las iniciativas de la ESS están arraigadas en la economía local, la ESS puede desempeñar un papel importante a fin de respaldar un desarrollo local inclusivo y sostenible. Con miras a llevar la aplicación de los ODS al nivel local, la ESS puede ser parte de un enfoque más amplio de desarrollo económico local que propicie vínculos entre las necesidades no satisfechas de empleo, ingresos, bienes y servicios ―y las cubra― de maneras compatibles con la utilización sostenible de los recursos y la creación de activos locales, incluidos aquellos activos y recursos asociados con los medios de vida de los grupos desfavorecidos y marginados. La ESS también puede ayudar a arrojar luz sobre lo que a menudo es un punto ciego en las estrategias para abordar los determinantes estructurales de la desigualdad y el desarrollo excluyente e insostenible, a saber, las desigualdades en las relaciones de poder.
La ESS centra la atención en la ciudadanía activa y la democracia participativa, que son fundamentales para la aplicación de los objetivos y para asegurar la inclusión social y la rendición de cuentas. Incluso si existe un sector creciente de agentes del desarrollo que reconocen la contribución de la ESS para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible, la ESS aún pasa desapercibida para muchos encargados de formular políticas y otras partes interesadas clave en la comunidad del desarrollo.
El Grupo de Trabajo Interinstitucional cree firmemente que la ESS debería ser reconocida como un importante medio de implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la realización de los ODS. Si bien la ampliación efectiva de la escala de la ESS contribuiría de manera significativa a la aplicación de todos los ODS, la realización de la Agenda 2030 en general depende de manera crucial del ODS 17 (Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible), que define los medios de implementación clave.
La ESS es especialmente pertinente para lograr las 10 metas relacionadas con la movilización de recursos internos, la financiación innovadora, la creación de capacidad, la innovación, la coherencia y el seguimiento de las políticas, y las asociaciones. Existen innumerables formas de financiación social y solidaria que también son pertinentes para la meta relativa a la movilización de recursos financieros adicionales. La promoción y el diálogo sobre políticas que impliquen a organizaciones de la ESS son importantes para velar por la coherencia y la armonización de las políticas. Las redes regionales e internacionales de la ESS desempeñan un papel importante en la difusión de conocimientos sobre las innovaciones sociales, tecnológicas, institucionales y políticas pertinentes. Los datos relacionados con la ESS son importantes para mejorar la medición de los progresos en materia de desarrollo sostenible. Un medio de implementación clave está relacionado con una variante de las asociaciones público-privadas o público-cívicas que implica que las instituciones estatales se asocien con organizaciones y empresas de la ESS.
Tales asociaciones han desempeñado un papel clave en los cambios para la transformación en países y territorios en todo el mundo. La resolución de la Asamblea General pide “una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible revitalizada, que se base en un espíritu de mayor solidaridad mundial y se centre particularmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables, con la colaboración de todos los países, todas las partes interesadas y todas las personas” (Preámbulo). Esto implica “aglutinar a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, el sistema de las Naciones Unidas y otras instancias, y movilizar todos los recursos disponibles”
El Grupo de Trabajo Interinstitucional se encuentra en una situación idónea para desempeñar un papel constructivo en esta Alianza Mundial, actuando no solo como una plataforma para la coordinación interinstitucional, sino también como un conducto para que las voces de la sociedad civil se oigan en las instancias de elaboración de políticas. El Grupo también tiene la posibilidad de contribuir a la base de conocimiento necesaria para la aplicación de los ODS, promoviendo investigaciones en profundidad sobre la escala y las repercusiones de la ESS y señalando buenas prácticas, condiciones y contextos que permitan que la ESS desempeñe una función de transformación en la consecución de los ODS.
Lea el artículo completo del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria